- EN EL MES DE MAYO, MES DE LAS FLORES.
- MES DE LAS FIESTAS COLEGIALES -
1.- INTRODUCCIÓN
En la tradición
cristiana el mes de mayo es un mes dedicado por la devoción popular a honrar e
imitar a la Virgen. El "mes de las flores", ha
quedado interiorizado para muchos, los mayores, con la canción "Venid y vamos todos con flores a
María...". Pero mayo es también un mes que, en el ámbito lasaliano, va íntimamente ligado a las fiestas colegiales,
celebradas a mediados de mayo, recordando un acontecimiento singular: el día 15 de mayo de 1950 el Papa Pío XII declaró
a San Juan Bautista de La Salle "celestial patrono de los educadores
cristianos" por el Breve Pontificio "Quod ait", justamente
cuando se cumplían los 50 años de la solemne canonización del Santo por León
XIII.
San Juan Bautista de La Salle, el fundador
de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, no es patrimonio exclusivo de
los Hermanos: es un don de
Dios a toda la Iglesia. El carisma de La
Salle lo viven hoy, agradecidos, cuantos se sienten de una u otra manera
vinculados a la Institución que,
gracias a él, ha llegado en trayectoria fecunda hasta nuestros días: son miles
y miles de religiosos y asociados, profesores, alumnos y ex-alumnos,
simpatizantes de su Obra de los más de 80 países de los cinco continentes donde
la Institución Lasaliana está hoy presente. Al servicio de la Iglesia y de la sociedad.
En efecto, se lee en la Regla actual de los Hermanos:
"El carisma lasaliano es un don
del Espíritu Santo a la Iglesia con miras a la educación humana y
cristiana. "Los Hermanos comparten gozosos la misma misión con los
seglares que se identifican y viven el carisma lasaliano...Juntos aseguran la
vitalidad de este carisma, suscitando y desarrollando estructuras de animación,
de formación y de investigación, donde cada uno pueda profundizar y desarrollar
la comprensión de su propia vocación y de la misión lasaliana".
Y se añade luego:
“Los Hermanos tienen una especial
devoción a María, Madre de Dios, a quien San Juan Bautista de La Salle consagró
su Instituto. De ella aprenden la docilidad al Espíritu Santo, que caracteriza al verdadero discípulo. En su
"sí" total a Dios ven el
modelo de su propia consagración y un testimonio de abandono de Dios".
Finalmente,
"los Hermanos tributan a San
Juan Bautista de La Salle el amor que le deben como Fundador y maestro. Se impregnan de sus escritos y de las lecciones
de su vida. Procuran darlo a conocer e invitan a seguirle como Santo Patrón de los maestros. Lo imitan
en su amor a la Iglesia y su entrega
a la humanidad" (R., arts.19, 75 y 76)
Mes de mayo,
mes de las flores a María...Fiestas Patronales de los Centros Escolares
de La Salle. Un preciado binomio: Nuestra
Señora y Juan Bautista de La Salle...
2.- NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN MARÍA EN LA VIDA DE SAN
JUAN BAUTISTA DE LA SALLE
La devoción a María que los Hermanos heredaron
"ayer" de La Salle sigue "hoy" vigente con particular
relevancia y amor en la Institución. Para los lasalianos todos, María es
luz en el camino, estrella que guía, y Reina
y Madre de las Escuelas Cristianas. Como escribió ya uno de sus primeros
biógrafos, La Salle, "como todo buen cristiano, sobresalió
en la devoción a la Madre de Dios" (Blain, II, 488).
Se señalan a
continuación, con unas breves pinceladas, tres acontecimientos trascendentales
donde queda bien manifiesta la importancia de la Virgen en la existencia del joven Instituto.
1. Siendo joven estudiante de Teología en La Sorbona y a
la vez seminarista en San Sulpicio de París (h.1670), prendió en él con fuerza
y consistencia la espiritualidad mariana. Allí reinaba un esmerado ambiente
mariano y una hermosa tradición de peregrinar anualmente a algún lugar sagrado
dedicado a la Madre de Dios. Hay un episodio altamente significativo
vinculado a esa tradición: la peregrinación al santuario de Nuestra Señora de
Liesse (de la Alegría), efectuada el 10 de junio de 1686. El día anterior,
festividad de la Santísima Trinidad,
los Hermanos habían emitido voto de obediencia. Postrados ante el altar de Nuestra Señora, consagraron su
vida y obras a la celestial Señora.
Y como ofrenda simbólica depositaron a
los pies de la Virgen un sencillo ramo de flores. Se consignó entonces que
quedaron gozosos bajo su mirada y protección maternal. Es más, "La Salle nombró a María Superiora del
naciente Instituto (Blain, II, 484) y su principal protectora y sostén desde
ahora y para siempre (Med.,129.3)
2.
A unos kms. de
París, en la localidad de Aubervilliers, estaba el santuario de Nuestra Señora de las Virtudes. Las
escuelas de los Hermanos pasaban por serias dificultades ante las acciones en
su contra por parte de los "maestros
de escuela" de la capital. La peregrinación tenía por objeto honrar a la Virgen e implorar del Cielo, por su
mediación, la fuerza necesaria para proseguir la lucha por la justicia en favor
de la niñez y la juventud necesitada del barrio de San Sulpicio. Pusieron su
causa en buenas manos. Si previamente a la peregrinación el poder judicial
había dictado sentencia en contra, hecha luego la apelación por el Santo, el conflicto acabó con un nuevo
fallo a favor de las escuelas lasalianas. Era el año 1690.
El 21 de noviembre de 1691, fiesta litúrgica de la
Presentación en el Templo, tuvo lugar el acontecimiento del "voto
heroico". De nuevo pasaba la Congregación
por momentos delicados de cara a su supervivencia. En silencio y sin
comunicárselo a nadie más, el Santo y
los Hermanos Nicolás Vuyart y Gabriel Drolin, de rodillas y en la presencia de
Dios pronunciaron el voto heroico de obediencia, comprometiéndose a permanecer
en la Sociedad sosteniendo las escuelas gratuitas, aunque se vieran precisados
a alimentarse de solo pan, si fuera necesario. Será uno de los hitos
trascendentales de la Historia del Instituto.
3.- DOCTRINA Y PRACTICAS DE DEVOCIÓN A MARÍA SEGÚN SAN
JUAN BAUTISTA DE LA SALLE
San Juan Bautista de La Salle profesó una
especial devoción a la Virgen a lo largo de su vida, y lo dejó expresado en
sus escritos. "Ella es superior a todas las criaturas. A los santos les
manifestamos nuestra devoción en ciertas épocas y días del año,
pero la que debemos profesar a la Santísima
Virgen ha de ser incesante" (Med., 151.3). "En María pone toda su confianza después de
Dios, porque considera a María la
principal protectora de la Sociedad. Es lógico que nos pongamos cada día
bajo su amparo:
· -por la mañana,
después de la oración mental, consagrándose a María con la bella plegaria "O Domina mea";
· -después de cada
ejercicio importante nos ponemos bajo la protección de María mediante el rezo del "Sub tuum praesidium";
· -y al término de
la jornada: el santo y los Hermanos tenían
la costumbre de rezar el "Maria Mater Gratiae·", oración que precede
al descanso nocturno, muy querida por el Santo
y que rezó poco antes de su muerte el Viernes Santo 7 de abril de 1719
(Blain II, 491)
Era práctica de devoción diaria el rezo del rosario. "No dejó ni un solo día sin rezarlo. Lo rezaba
por las calles y era celosísimo de publicar sus excelencias. Una manifestación
más de su devoción a María "
(Blain, II. 490).
En un antiguo
documento (h.1693) constaba la relación de otras prácticas de devoción mariana
en la comunidad: el Ángelus, las letanías
lauretanas, el "sub tuum praesidium", etc. Se significaban asimismo
otra serie de prácticas: personalmente, le gustaba, si le era posible,
acompañar a los novicios en el rezo del
Oficio Parvo. Exhortaba a los Hermanos a celebrar con especial fervor, al
ritmo del año litúrgico, las Fiestas de
la Virgen, componiendo para tales solemnidades, una meditación para uso de
la Comunidad: La Inmaculada, La
Natividad, El Dulce Nombre de María, La Visitación, La Asunción, La
Presentación en el Templo. Lo que en ellas expresa muestra de modo
fehaciente la importancia que La Salle
concede a la presencia de María en la
vida del religioso, del educador cristiano...y para la vida cristiana en
general. En ellas nos habla de María
como Madre de Dios y madre de los
hombres...Y también sobre las virtudes y las prerrogativas que adornan su
persona.
No escribió La Salle un tratado de Mariología, si bien
sabemos que se doctoró muy joven aún en Sagrada Teología (1680). Pero resultan sorprendentes sus comentarios sobre el
origen de los llamados privilegios marianos. La Salle habla de María como Madre de Dios ("Dios predestinó a
María, desde toda la eternidad, para ser la Madre de su Hijo"), Templo de
Dios ("Tabernáculo y Templo viviente que Dios mismo se edificó y embelleció
con sus manos"), Llena de gracia y del Espíritu Santo ("María es
Inmaculada en su concepción", "toda hermosa", "por su
fidelidad a la gracia ha sido levantada sobre todos los bienaventurados, que la
veneran como a su soberana")
Se complace también La Salle en presentar a María como
Madre de los Hombres, y no sólo
como madre, mujer, esposa, encargada de una casa y de una familia, que se
santifica por las acciones diarias, en sus tareas cotidianas. Mujer sencilla
que no busca llamar la atención, pero que se consagra enteramente a Dios para siempre ("he aquí la
esclava del Señor", "Bienaventurada me dirán todas las
generaciones". "Guardaba todas estas cosas en su corazón",
"haced todo lo que Él os
diga", etc.). Durante toda su vida tuvo La Salle a mucha honra declararse en todas partes "siervo" y "devoto" de María, y cuidaba
de que los demás la honrasen. Ensalzaba
el papel de Nuestra Señora en la Historia de la Salvación, unida íntimamente a
Jesucristo, el único mediador ante el Padre (Blain, II, 489)
4.- CONCLUSIÓN
María desempeña un precioso y exigente papel en la
tarea educadora del Hermano (y del educador cristiano) según San Juan Bautista
de La Salle. El Santo presenta la
figura de la Virgen a los Hermanos
como modelo de la vida consagrada a
Dios y de dedicación al apostolado de la escuela, al "ministerio de la
educación cristiana", como le gustaba decir... Ella, María, es modelo de fe para
el Hermano, por su completa adhesión a la voluntad de Dios en todo. Lo que María
es para el Hermano quiere La Salle que siga siéndolo también a través de él
mismo.
Escribe de
manera sincera y certera lo siguiente:
"Dios os ha escogido para
que le deis a conocer y quiere también, por así decirlo, que engendréis a la Santísima Virgen en el corazón de los
que instruís, inspirándoles tierna devoción hacia Ella" (Med.,150.3). Es María,
en definitiva, dechado para el Hermano, el educador cristiano: María ha llevado a cabo como nadie la
función educadora en la persona de Jesús;
nadie como Ella puso en práctica la
enseñanza de la Buena Noticia, pues fue un Evangelio vivo. La
presencia de María, que lleva a Jesús es, en la escuela lasaliana, viva
y eficaz, aleccionadora, ejemplar. La
Salle instará a los Hermanos para
que "profesen particular devoción a la Santísima Virgen y la inculquen
en el corazón de los que les han sido confiados"; (Med.. 156.1)
San Juan Bautista de La Salle no buscaba la originalidad o la sutileza en sus
formulaciones...Se atiene discretamente al dogma católico. Es su fuente primordial la Sagrada Escritura,
por lo que la figura de María queda
en él asociada a los misterios de la vida de Jesús, contemplándola dentro del plan salvador de Dios. Como hizo la Iglesia en el Concilio Vaticano II (L.G., 52-58). La Tradición y la Historia de la Iglesia
juegan también en sus escritos un relevante papel. El culto a la Virgen, constata, está muy arraigado en el pueblo
creyente, de ahí las prácticas en su honor: oraciones, rezo del rosario,
fiestas, procesiones, visitas a santuarios marianos, etc. Y alude, claro está,
a la presencia mariana en la Liturgia
(festividades). Como también muestra su conocimiento de la Patrística y la Teología en torno a la
figura de María (San Agustín, San Ambrosio, San Bernardo...), y de los santos que más han propagado su
devoción a la Iglesia a lo largo del tiempo.
"Sub tuum praesidium" (bajo tu amparo)...Es la más antigua plegaria
conocida que los cristianos dirigen a la Virgen
María, Madre de Dios ("theotókos"). Data del siglo III. San Juan Bautista de La Salle, se
indicaba más arriba, instaba a los Hermanos a que la recitaran después de los
ejercicios más importantes de la jornada.
En estos
días en que la humanidad se siente tan afligida por los trágicos efectos de la
pandemia del COVID 19, el Papa Francisco
invita a los cristianos a que acudamos reiteradamente y con fervor a la protección
de María. He aquí el texto de la oración que en nuestros días aún siguen
rezando los Hermanos: "Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios. No desatiendas
nuestras plegarias en la necesidad. Líbranos siempre de todo peligro, ¡oh
Virgen gloriosa y bendita!"
Notas bibliográficas:
· Concilio Vaticano II: Constitución Dogmática
"Lumen Gentium" (BAC minor, Madrid,1970)
· Gallego, Saturnino (FSC): Biografía. Escritos de San
Juan Bautista de La Salle (B AC, Madrid,1986)
· Gallego, Saturnino (FSC): "Presencia de María en
la vida y misión de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. En la
obra "María y los Institutos Religiosos (Publicaciones Claretianas,
Madrid, 1988)
· "Devoción de San Juan Bautista de La Salle a la
Santísima Virgen" (Información Lasaliana, Madrid, 1950)
· Meditaciones de San Juan Bautista de La Salle
para las Fiestas y el Tiempo de Retiro (Madrid, 2003)
· Reglas de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas (Roma, 2015)
· Temas Lasalianos, vol, III :"La devoción a
María" (Roma, 1998)