sábado, 2 de mayo de 2020

"A la escucha de S. Juan Bautista de La Salle" (selección de pensamientos)

2 MAYO 2020


San Juan Bautista de La Salle dejó para la posteridad una amplia lista de obras de carácter ascético y espiritual, así como otras de tipo pedagógico y catequístico. A continuación recogemos un ramillete de pensamientos extraídos de sus escritos. Entendemos que la vida del San Juan Bautista de La Salle es ya bien conocida por los seguidores de este BLOG de la Asociación. En todo caso, en él pueden encontrar un relato pormenorizado de su vida ejemplar.


 Pensamiento 1
En confidencia a algunos amigos, al final de su vida, indicando las renuncias que tuvo que asumir, manifestó que
"Si Dios al mostrarme el bien que podía producir este Instituto me hubiera mostrado las penas y cruces que habían  de acompañarlo, no hubiera tenido el valor ni de tocarlos con la punta de los dedos".

Pensamiento 2
Su biógrafo Jean-Baptiste Blain puso en sus labios un pensamiento que los Hermanos recuerdan bien:
"Dios, que conduce todas las cosas con sabiduría y suavidad, y que no suele forzar la inclinación de los hombres, queriendo comprometerme a tomar el cuidado de las Escuelas, lo hizo de forma imperceptible y en mucho tiempo, de modo que un compromiso me condujo a otro, sin que yo pudiera preverlo" (Biografía, I, 169)

Pensamiento 3
"El fin de este Instituto es dar cristiana educación a los niños, y con este objeto tiene las escuelas, para que estando mañana y tarde bajo la dirección de sus maestros, puedan estos enseñarles a vivir bien, instruyéndoles en los misterios de nuestra santa religión, inspirándoles las máximas cristianas y dándoles así la educación que les conviene" (Reglas de los Hermanos, 1705)

Pensamiento 4
El espíritu de este Instituto es, en primer lugar, el espíritu de fe, que debe mover a los que lo componen a no mirar nada sino con los ojos de la fe, a no hacer nada sino con  la mira en Dios y a atribuirlo todo a Dios" (Reglas de los Hermanos)



Pensamiento 5

En uno de los momentos de mayor dificultad del Instituto naciente, La Salle y los Hermanos Nicolás Vuyart y Gabriel Drolin pronunciaron el llamado "voto heroico":

   "... Yo, Juan Bautista de La Salle; yo, Nicolás Vuyart; yo, Gabriel Drolin; nosotros, desde ahora y para siempre, hasta el último suspiro, o hasta la total extinción del establecimiento de dicha Sociedad (de las Escuelas Cristianas), hacemos voto de asociación y de unión para procurar y mantener el citado establecimiento, sin podernos desentender del mismo, ni siquiera en el caso de que quedáramos los tres solos en la dicha Sociedad, y que nos viéramos obligados a pedir limosna y vivir de solo pan... A  21 de noviembre de 1691... En fe de lo cual lo firmamos..."

Pensamiento 6
La Palabra de Dios, la Biblia, es bien conocida, estudiada, meditada y vivida por el Santo. Escribió:
"Los Hermanos tendrán profundo respeto a la Sagrada Escritura, y para manifestarlo, llevarán siempre consigo el Nuevo Testamento, y no pasarán ningún día sin leer algo en él, por sentimientos de fe, de respeto y de veneración a las divinas palabras que contiene,  considerándolo como su primera y principal Regla" (Reglas de los Hermanos)



Pensamiento 7
"Los Hermanos se esforzarán por medio de la oración, las instrucciones, la vigilancia y buena conducta en la escuela, en procurar la salvación  de los niños que les están confiados, educándoles en la piedad y en el verdadero espíritu cristiano, esto es, según las máximas y reglas del Evangelio (Reglas de los Hermanos)

Pensamiento 8
Para La Salle, el encuentro con Dios y el recuerdo de su presencia a lo largo del día, es esencial, para su vida personal y para su ministerio de educador cristiano. Por ello escribió:
"Subid (los Hermanos) todos los días a Dios por la oración para aprender de Él todo cuanto debéis enseñarles, y descended luego hasta ellos, para instruirlos sobre lo que Dios os haya comunicado para los niños".

Son también palabras del Santo:
"Subid (los Hermanos) todos los días a Dios por la oración para hablarle a Él de vuestros discípulos, y bajad después para hablarles a ellos de Dios" (Colección de varios trataditos)



Pensamiento 9
(Los Hermanos) "Instruyan con  la mayor aplicación posible a todos los escolares de los que están encargados, que no descuiden a ninguno y que su dedicación sea igual para todos e incluso mayor para con los niños más necesitados y los más descuidados"(Guía de las Escuelas)

Pensamiento 10
"Esta ha de ser una de las preocupaciones principales de quienes se dedican a instruir a los demás, acertar a conocerlos y discernir la manera de proceder con cada uno...Porque unos exigen mayor bondad; no faltan algunos que requieren mucha  paciencia; otros hay, en cambio a quienes se les debe estimular y alentar. Es necesaria la reprensión y el castigo para que unos se corrijan de sus faltas, mientras que hay otros sobre los que es preciso velar de continuo, a fin  de impedir que se perviertan o extravíen (Meditación, 33.1)



Pensamiento 11
En una época más dada al racionalismo y en una personalidad más bien poca dada a la expresividad emocional, llama la atención que el Santo escribiera en una de sus "Meditaciones para el tiempo de Retiro":
"¡Qué consolador va a resultar para quienes han contribuido a la salvación de los almas ver en el Cielo a tantos a quienes ellos facilitaron la fruición de tan incomparable felicidad! Esto va a acontecer a cuantos han instruido a muchos en la verdades de la religión, como dijo un ángel al profeta Daniel:" Los que enseñaron a muchos la justicia van a brillar como estrellas por toda la eternidad" (MTR, 208)

Pensamiento 12
Para la fiesta de San Francisco de Sales propuso a los Hermanos (hoy diríamos "a los docentes  que viven el carisma de La Salle):
"Si usáis (con los niños) firmeza de padre para alejarlos del desorden, debéis sentir por ellos ternura de madre para acogerlos y procurarles todo el bien que esté en vuestras manos" (Medit.161,3)



Pensamiento 13
Y en "Reglas que me he impuesto" se comprometió así.
"Buena norma es para mí no tanto  saber lo que tengo que hacer, cuanto hacer con perfección lo que sé que es mi deber"...Y a este respecto, en una de sus cartas a uno de sus Hermanos aseguraba:" Nada le atraerá tanto las bendiciones de Dios como la fidelidad a las cosas pequeñas".

Pensamiento 14
En abril de 1714 recibió en su voluntario confinamiento en el Sur de Francia una memorable carta enviada por los "principales Hermanos" de la región de París. Su lectura acabó de disipar su profundo estado de abatimiento bajo el que estaba sumido desde muchos meses atrás...Decía ese texto:
"Señor y muy querido padre nuestro: nosotros, los principales Hermanos de las Escuelas Cristianas, preocupados por la mayor gloria de Dios y el mayor bien de la Iglesia y de nuestra Sociedad, reconocemos que de capital importancia el que vuelva a tomar las riendas y el cuidado de esta obra de Dios, que es también suya...Por todo ello...le rogamos muy humildemente y le ordenamos en nombre y de parte del cuerpo de la Sociedad al que usted ha prometido obediencia, que vuelva a asumir, de inmediato el gobierno general de nuestra Sociedad..."
Entendió, y bien gozosamente, que esa era la voluntad de Dios. Por ello diría a sus confidentes;
"Quiero obedecer a los Hermanos. Me ordenan que vuelva a París".
Finalmente, cuando, tras un largo viaje se presentó a las puertas de la Comunidad parisina de los Hermanos en la calle Barouillère dirá escueta y sentidamente:
"Ya estoy aquí. ¿Qué queréis de mí?"



Pensamiento 15
Y sobre sus últimas palabras...
"Recomiendo a todos los Hermanos que tengan siempre absoluta sumisión a la Iglesia, máxime en estos calamitosos tiempos. Y que en testimonio de esta sumisión, no se separen lo más mínimo de nuestro Santo Padre el Papa y de la Iglesia de Roma. Acuérdense de que he enviado a Roma a dos Hermanos con el fin de que la Sociedad se muestra siempre sumisa a la Santa Sede...
Les recuerdo que tengan  mucha devoción a Nuestro Señor Jesucristo, que amen mucho la sagrada comunión y el ejercicio de la oración, y que profesen devoción especial a la Santísima Virgen..., que desempeñen con celo y desinterés su ministerio, y que tengan entre sí unión íntima...·(Testamento)
Sus últimas palabras, en la madrugada del Viernes Santos, 7 de abril de 1719, fueron:
"Adoro en todo la voluntad de Dios para conmigo".


Poco después expiró. Había consagrado por entero su vida al servicio de Jesucristo y de la infancia necesitada. Y ahora, al otro lado, se encontró para siempre con el mismo Jesucristo.