Hermano Enrique Arroyo (1966 - 1972)
El H. Jesús Arroyo nació en la población burgalesa de Melgar de Fernamental en 1931.
Ingresó en el Noviciado Menor de Bujedo en 1943. En la toma del hábito religioso (1947) recibió el nombre de Enrique
Samuel, nombre con que fue conocido hasta finales de los años sesenta.
Terminó sus estudios de Magisterio en Valladolid (1953) y se licenció en
Historia por la Universidad de Santiago de Compostela (1959).
Se estrenó como
docente en el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes de Valladolid
(1951-1958), a donde regresaría en dos ocasiones (1959-1965; 1973-1976). Burgos
se enriqueció con su buen hacer en los años 1965-1966 y 1984-1997, y
Palencia en 1972-1973; 1976-1984). A
Santander llegó en 1966 para hacerse cargo de la dirección del Colegio hasta
cumplimentar el sexenio en 1972.
Falleció en Bujedo el 29 de julio de 2018. El Blog de los Antiguos Alumnos se hizo eco de su
muerte oportunamente. Nos queda el recuerdo de una persona buena, integra,
trabajadora, responsable y respetuosa, enamorada de su vocación docente, amante
de la naturaleza y caminante infatigable por todos los caminos, paciente ante
las inclemencias y limitaciones de la vida, hombre de paz. Fue un director
prudente, un trabajador incansable, un competente profesor del área de
humanidades. Ejerció durante muchos años la nada fácil tarea de prefecto...Su
carácter serio y recio nunca estuvieron reñidos con la palabra amable, el
reconocimiento de cada persona, la valoración del Hermano y del profesor,
y su saber ser gentil y agradecido en cada momento (Testimonios de quienes le
conocieron y trataron).
A. EL CONTEXTO GENERAL
Los años que el H. Enrique Arroyo pasó en Santander
como director del Colegio y de la Comunidad fueron años de cambios acelerados y
en algunos aspectos prodigiosos. El estuvo al timón ajustándose a los tiempos
en su persona y en su actuación, sin dejarse desbordar por los acontecimientos.
1. ESPAÑA Y EL MUNDO
Proseguía la
política de bloques propia de la Guerra Fría...En 1967 se producía la Guerra de los Seis Días, un nuevo conflicto
árabe-israelí. El año 1968 no pasó a
la historia sin acontecimientos relevantes: La "Primavera de Praga", "El Mayo Francés", el
asesinato de Martín Luther King. En el verano de 1969 los primeros seres humanos
ponían el pie en la Luna.
España había
pasado de los 30 millones de habitantes en 1960 a los 34 en 1973. La tasa de
mortalidad era en 1940 de 16.5% y se había reducido a la mitad (8.5%) en 1970.
El proceso de urbanización seguía un ritmo creciente. Un equipo de tecnócratas llevaría a cabo los Planes de Desarrollo, a
partir de 1964, impulsando el crecimiento económico del país hasta la llegada
de la crisis en 1973.
Hasta cuatro
millones abandonaron sus pueblos de origen para dirigirse a las regiones más
prósperas o a sus capitales de provincia. Por conductos legales o de manera
irregular, casi dos millones de
españoles dejaron su tierra para asentarse en países de la Europa occidental.
El Régimen encontró dificultades a la hora de la integración en el Mercado
Común. Cuando lo solicitó en 1962 se le denegó por razones políticas,
firmándose, sin embargo, años después un Acuerdo Preferencial en 1970. Los
cambios sociales se aceleraron en estos años, por ejemplo en aspectos de
seguridad social (pensiones de jubilación y cobertura sanitaria). Comenzó
asimismo una cierta apertura intelectual y cultural (ley de Prensa de 1966,
publicaciones como la Revista Cuadernos para el Diálogo o Cambio 16, etc).
Massiel ganaba el concurso de EUROVISION en 1968 con su "La la la"; y
en ese mismo año España descolonizaba Guinea. En 1970 tuvo lugar el llamado
Proceso de Burgos (ETA había cometido su primer asesinato en 1968). Se llegó a
celebrar, con razón, "el milagro económico español", dado el
crecimiento sostenido de su economía hasta la crisis de 1973. Si en 1960
disfrutaban en familia de la televisión (en blanco y negro) como un millón de
españoles, en 1975 eran ya un 85 % los que poseían televisión en casa. ¿Y qué
decir del modesto SEAT 600 al que pudieron acceder innumerables ciudadanos?.
Eran los años del tardo-franquismo y de las ansias contenidas del
advenimiento de la democracia. Desde 1962 (Contubernio de Munich) se iba
acrecentando la oposición al régimen establecido.
La Ley Orgánica del Estado, aprobada en referéndum en
1966 cerraba la institucionalización política de Régimen...En el verano
de 1969, las Cortes Españolas reconocían a Don Juan Carlos como Sucesor en la
Jefatura del Estado...Ante los nuevos tiempos, se quedaba atrás la Ley de
Educación de 1953 (Ley del ministro Ruiz Giménez), y se daba paso a la Ley
Villar Palasí (Ley General de Educación, que prolongaba la educación
obligatoria hasta los 14 años y establecía los ocho cursos de la EGB (Enseñanza
General Básica), los 3 cursos de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y COU
(Curso de Orientación Universitaria).
2. LA IGLESIA CATOLICA Y EL INSTITUTO LASALIANO
El mandato del H. Enrique Arroyo coincide de pleno con el post-concilio...Ilusiones y decepciones,
entusiasmos y desfallecimientos se fueron entremezclando en estos años. En 1968 Pablo VI dirigía los destinos de la
Iglesia. Latinoamérica se regocijó con su visita pastoral. La publicación
de la Humanae Vitae fue contestado
por algunos sectores. La postura de la
Iglesia ante los asuntos temporales y la defensa de los derechos humanos
tendrán una profunda influencia en el devenir de la sociedad española desde
mediados los años sesenta. Cambios más evidentes se evidenciaban en las
organizaciones de apostolado obrero. El
Cardenal Tarancón dirigía la Conferencia Episcopal Española en unos años ciertamente
convulsos. No faltaron divergencias y situaciones conflictivas entre las
autoridades civiles y eclesiásticas desde finales de los sesenta y hasta 1973.
El Instituto de los Hermanos se hacía más y más
universal. Y alcanzaba su cuota más elevada en 1965
(16.800 miembros) En España se
superaban los 2.500 Hermanos, con números parecidos en Estados Unidos y
Francia. El Capítulo General de
1966-1967 puso en marcha unos años de renovación y
"aggiornamento", conforme a las decisiones y el espíritu del Concilio Vaticano II. Se aprobó una nueva
Regla de los Hermanos y se publicó un documento de hondo significado y
repercusión: "Declaración del Hermano en el Mundo Actual", sobre la
identidad del Hermano (diciembre de 1967). Se señalaba con firmeza la
opción preferencial de la Congregación por los pobres en su misión educativa.
Signo también de los nuevos tiempos fue la elección como Superior General de un
norteamericano, el H. Charles Henry. El H. Guillermo Félix dejaba el cargo de
Asistente del Superior General para España, en manos del H. Fernando Izaguirre.
Al mandato como Provincial del Distrito de Valladolid del H. Salvador Alonso
(1963.1969), le sucedía el del H. Francisco Tudanca (1969-1975). En octubre de 1967 era canonizado en Roma
el H. Benildo Romançon por el Papa Pablo VI.
En 1966 nacía "Secoli" (Servicio de
Cooperación Lasaliano Internacional), asentado en la misma Casa General de Roma. Al año
siguiente tenía lugar un nuevo Congreso Mundial de Antiguos Alumnos (Quebec,
agosto de 1967). En 1968 nacía en Roma el CIL, Centro Internacional Lasaliano,
en sustitución de lo que venía llamándose institucionalmente Segundo Noviciado,
para la, formación permanente de los Hermanos.
Por supuesto, las orientaciones del Capítulo General, las
decisiones del Concilio y la nueva Ley General de Educación tendrán su
resonancia en la vida colegial durante el directorado del H. Enrique Arroyo.
B. EL COLEGIO LA SALLE DE SANTANDER
Cuando llega el nuevo director a Santander se
encuentra con una Comunidad formada por una larga veintena de Hermanos. Los
profesores seglares son ya 14 e irán aumentado en número en los años siguientes. El internado acoge a unos 110 niños y
adolescentes. El curso 1970 se inicia
con la primera mujer que impartirá clase en el Centro: Mari Paz Uhalte. Los alumnos son aproximadamente unos 900,
de Párvulos a Preuniversitario .
A comienzo de octubre de 1966, el primer día de curso, el nuevo Director, H. Enrique
Arroyo, se dirigió al alumnado en estos términos:
"Queridos alumnos. Sea lo primero un saludo cariñoso a todos, grandes
y pequeños, internos y externos, antiguos y nuevos.. Os doy igualmente a todos,
en nombre del profesorado, la bienvenida a nuestra casa, que es también la
vuestra. La ofrecemos con las puertas abiertas, de par en par. A vosotros os
toca entrar y salir por la puerta grande. Que el Colegio os sea lugar de paz,
de estudio, de sana alegría. Comenzad a pedalear desde le primer momento".
El cronista asintió y escribió:
"Los alumnos escucharon con respeto e interés las palabras del H. Director, conscientes de que en La Salle recibirán la formación
intelectual, cultural, religiosa y artística que les pondrá en condiciones para
afrontar las exigencias del mundo de hoy"
El H. Higinio, enfermero y sacristán, era
conocido en la ciudad por instalar en
las Navidades unos "Nacimientos" sorprendentes. En 1967 había
recibido ya, merecidamente, el Primer Premio Provincial de Belenes. El Diario Montañés le dedicó encendidos
elogios en la entrevista efectuada en la Navidad
de 1973. He aquí sus titulares:
"Un experto en Nacimientos, el
H. Higinio Alonso. Es autor del artístico Nacimiento del Colegio La Salle.
Articula las figuras y las da movimiento"
En
ocasiones, la crónica escolar se
revestía de crespones negros, en los
funerales de los Hermanos Julián Seco o del H. Camilo, fallecidos en la
Comunidad tras largos años en ella. O manifestaba su contento al ver cómo
el H. Subdirector, Juliàn Tejedor, era
nombrado Visitador Auxiliar en 1969.
El prelado D. Juan Antonio del Val, visitó el Colegio en las Fiestas Colegiales,
y la Memoria Escolar recogía oportunamente el evento (mayo de 1972). Años
atrás, el H. Superior General Charles
Henry, concedía el título de
"afiliados al Instituto" a D. Basilio Calderón y a Dª. Severina
López, padres de los Hermanos Ángel, Santos y Basilio, y del profesor del
Colegio, D. Pedro Calderón.
El curso 1971-72 fue un año especial: se iniciaba la
progresiva implantación de la Enseñanza General Básica (EGB) y más tarde del
BUP, de acuerdo con los postulados de la Ley General de Educación "Villar
Palasí". Se podía leer en la Memoria Escolar:
"Nuevas técnicas, nuevos métodos, encaminados a formar al hombre, a
cuidar de la persona y a proyectarla con más seguridad en la vida...Para que el
niño se vaya formando poco a poco, que aprenda a vivir sus experiencias y que
viva alegre y sereno esta etapa importante de su vida".
Y refería luego
las excelencias de la llamada "Enseñanza
Personalizada".
En 1972 concluía una nueva experiencia prevista por la
Ley General de Educación: se graduaba la primera promoción de COU. (Curso de
Orientación Universitaria). Pocos años después acudirían a las aulas colegiales
las primeras alumnas, al principio, en este último curso, después, en el resto
de los niveles.
Los sábados por la mañana había actividades escolares. Ya no era solo el jueves por la tarde el día de
vacación escolar; ahora lo eran el
miércoles y el sábado por la tarde. Los alumnos participaban - en sus
respectivas clases - en audiciones musicales, charlas, visitas culturales,
etc. Había también clubs variados,
organizados según las aficiones de los participantes: fotografía (H. Andrés G.), pintura (D. Andrés Calderón), teatro nuevo
(D.J osé Luis Barreira), física y química (D. David y H. José Gallego), música
(Los Icres), montaña (D. José Costana)
Se destacaban
cada año las noticias de alumnos que rematan su curriculum escolar con la
brillantez de las Matrículas de Honor en las Reválidas o los Premios
Extraordinarios de Bachillerato conseguidos... El curso 1971-72 fue el último que acogió alumnos internos.
Quedarán en el olvido su llegada al Colegio al comienzo de curso o tras los
períodos vacacionales de la Navidad y la Semana Santa; no habría ya más paseos
acompañados por los alrededores del Colegio o de la ciudad, ni
"nochebuenas del internado", ni...El Colegio había prestado durante
decenios un notable y necesario servicio a cientos de muchachos. Ahora, en las
nuevas circunstancias, se entendía que lo que procedía era su cierre. Había terminado una etapa.
Ante la novedad
que supuso la reforma educativa de los años setenta, el curso 1969-70 se declaró "Año Internacional de la
Educación". En el Colegio
se celebró con entusiasmo "La
Semana de la Educación", con conferencias sobre el Libro Blanco, la
pedagogía lasaliana, la educación en el mundo actual, etc. También los
escolares se implicaron realizando murales sobre el tema. Como otros Colegios de La Salle de toda España, y por iniciativa del H.
Agustín Sauras, nació en este mismo año el Laboratorio Psicotécnico para una
mejor orientación y formación de padres y alumnos... Organizadas por la
Asociación de Padres, en 1967, se celebraron charlas de Orientación
Profesional. D.José A. Irastorza
presentó las grandes líneas de la Orientación Profesional; D. Miguel Manso disertó sobre la vida sacerdotal y religiosa...
Especialistas en la materia
presentaron las carreras de Derecho (D. José Manuel Martínez de la
Pedraja), Económicas (D. Joaquín Bárcena), Historia (D. Francisco I. de
Cáceres), Arquitectura (D. Fernando Cuerno), Ciencias (D. Jesús Endériz)
Continuaban vigentes las actividades propias de las
antiguas Congregaciones del Niño Jesús, Cruzados y de la Inmaculada, que en
breve se verán sustituidas por los llamados "Grupos Cristianos". Por vez
primera (1968-69) tendrán lugar en el Colegio las Jornadas Vocacionales;
las charlas al efecto se complementaron con concursos literarios y otro tipo de
trabajos escolares. Continuaban figurando en el calendario las conmemoraciones
tradicionales del Domund y la Campaña de
Navidad, las Convivencias o
Ejercicios Espirituales, las Primeras Comuniones en el Colegio, hasta que la
autoridad eclesiástica prescribió su celebración en las respectivas
parroquias de los muchachos.
Con algunas
variantes, continuaban celebrándose los Concursos
de Declamación y de Música (aunque cada vez más se ofrecía música
instrumental, interpretada por grupos o individualmente). Se implantaban otros nuevos concursos y competiciones: "de
pizarras", de redacción (Coca Cola, literarios, etc), de pintura al aire
libre, de manualidades...El Colegio estallaba de alegría en las Fiestas Colegiales de mayo en honor
de San Juan Bautista de La Salle. Al finalizar el curso, y ya en el Salón
de Actos del Colegio, tenía lugar el solemne Reparto de Premios, con la entrega de los diplomas de Excelencias y
Distinguidos de las numerosas clases. Ante el público que llenaba por completo
el local brillaba con luz propia la
Escolanía Colegial, dirigida por el H. Jenaro Palau, y el grupo Folklórico "Airiños da Terra", bajo la batuta D. Emilio Otero del Val.
Los alumnos de los últimos cursos realizaban con
fruición sesiones de Teatro leído: "Melocotón en almíbar" (M. Mihura),
"Llama un inspector "(M. Pristley), "Guillermo Tell tiene los
ojos tristes" (A. Sastre), "La Dama del Alba (A. Casona),
"Historia de una escalera"(A. Buero Vallejo)
Las Memorias Escolares se hacen eco de las mejoras en el equipamiento y los nuevos locales:
Sala de Juegos,
Comedores, Laboratorios, Gimnasio, Salón Teatro, Biblioteca (hasta aparece un
ranking de lectores en el curso 1966-6: la clase de 3º A " acreditaba la
lectura de 20 libros de media por alumno ... Los escolares de aquellos años
recordarán las filas que de manera
ordenada se formaban a la salida del Colegio en distintas direcciones y
acompañados de sus profesores: Cuatro Caminos, Perines, General Dávila,
Cisneros...Salidas siempre esperadas eran las Excursiones por la geografía regional y nacional: Fátima, Bilbao,
Vitoria, San Sebastián, Logroño, Valladolid, Palencia, Bujedo, Burgos,
Logroño, Covadonga..., La Bien Aparecida, Laredo, Fuentes del Asón...Por vez primera se anotaba en las Crónicas
del Colegio el establecimiento en 1972 del
Día de la Madre.
Los alumnos mayores continuaban ejerciendo como
catequistas, ahora en el
mismo Colegio:
"Los domingos bullía de actividad el Colegio. Un enjambre de
chiquillos (más de 400) y un nutrido número de jóvenes (cerca de 50) se daban
cita cada domingo, atendiendo a niños y niñas del entorno colegial. Era la Catequesis, tan hondamente arraigada
en el Colegio".
Al final de
curso tenía lugar una gran celebración festiva para niños y catequistas.
Por supuesto, las actividades de educación física y los
deportes seguían teniendo la relevancia propia en la formación integral del
alumnado. En 1967 se estableció la
Primera Semana Deportiva, que resultó particularmente animada, con reñidos
campeonatos de fútbol, baloncesto, atletismo (cross, 1.000 metros). El baloncesto seguía siendo en estos
años el deporte que más alegrías daba a sus componentes: Los equipos de Mini- Basket, Infantil y Juvenil La Salle
conseguían los respectivos Trofeos de Campeones Regionales...
No se dejaban
de lado al conjunto de los escolares, pues seguían celebrándose campeonatos
deportivos inter-clases. El H. Eduardo
Luengo introdujo con éxito la práctica del tenis en la vida colegial en el curso 1968-69 (entre sus mejores
seguidores se citaban a los hermanos Hormaechea y Tirilonte). Para completar el
tema, no faltaba la ya clásica carrera
ciclista, con ocasión de la fiesta onomástica de H. Director.
La Asociación de Padres, a través de su Junta de Gobierno Provisional llevaba
desde meses atrás trabajando el Proyecto de Estatutos. El 17 de abril de 1972, en el Salón de Actos del Colegio, y en presencia del H, Director, leído el anteproyecto y tras algunas enmiendas, los 259 asistentes aprobaban por unanimidad
los Estatutos y ratificaban en sus
cargos más importantes a los miembros de la Junta de Gobierno Provisional: D. Ángel Ruiz-Cotorro, Presidente, D. Rafael Colvée, Vicepresidente, D. Armando Gutiérrez, Secretario, y D. Ramón Peña, Tesorero. La cuota que
se estableció era de 100 pts./año.
En el curso 1966-67 había quedado constituida la nueva
Junta Directiva de los Antiguos Alumnos de la Asociación. El Presidente
era D. José María Láinz y el Vicepresidente, D. Joaquín Bárcena. Los
alumnos finalistas protagonizaron dos actos de feliz recuerdo: la imposición de
insignias y el ágape de despedida. Resonaron solemnes en esa jornada
pensamientos henchidos de emoción.
"El Colegio se siente orgulloso de poder lanzar a la vida cada año un
nutrido grupo de jóvenes, que seréis, sin duda, heraldos de la buena formación
que habéis recibido. ¡Adelante!, sed siempre optimistas pese a las dificultades
que en ocasiones se os presentarán a lo largo de la vida".
Era una nueva y
excelente promoción la que abandonaba las aulas colegiales en busca de un
peldaño más en su preparación para su futura profesión: las Facultades Universitarias y Escuelas Técnicas.
Ese verano dejaba también el Colegio el H. Director. Le venía bien un año de descanso y formación
permanente. Esta vez sus pasos se
encaminarían a Roma: Centro Internacional Lasaliano (CIL). Una rica
experiencia que compartiría con varias docenas de Hermanos provenientes de los
cinco Continentes. Tenía 41 años. Y una madurez humana y religiosa lograda,
cabal.