martes, 24 de septiembre de 2019

HISTORIA DEL COLEGIO LA SALLE SANTANDER 4

24 SEPTIEMBRE 2019


EL H. MARCOS RAMON, DIRECTOR DEL COLEGIO LA SALLE DE SANTANDER (1960-1966)


Así como se engarzan solidarios unos a otros los eslabones de una cadena, los Directores de los Centros La Salle se suceden en suave y fácil transición, aunque cada uno imprima su propio sello a su labor directiva. Téngase también presente que en estos años el Director del Centro era al mismo tiempo Superior de una Comunidad religiosa, relativamente numerosa.

El H. Marcos llega a Santander tras una larga experiencia de vida y de gobierno en puestos relevantes en el Distrito de Valladolid...Contará en su inmenso campo de acción con una Comunidad formada por unos 25 ó 30 Hermanos, según pasen los años.

Francisco Chamón Delgado nació en Zafra de Záncara (Cuenca) en octubre de 1901. A los 13 años ingresó en el Noviciado Menor de Bujedo (Burgos). Tomó el hábito lasaliano en 1917 y en esa ceremonia entonces tan significativa, recibió el nombre con el que se le conocerá en adelante: H. Marcos Ramón. Castro Urdiales fue su primer destino como docente.. El Colegio de Lourdes lo recibió en su claustro de 1937 a 1944, año en que fue nombrado Director del naciente Colegio La Salle de Burgos. En 1948 sustituyó como Provincial al vallisoletano H. Carlos Borromeo...Al terminar este mandato pasó a dirigir el prestigioso Colegio de Lourdes, en Valladolid (1954-1960)

Santander lo recibió como Director en el verano de 1960. Un sexenio en el que la sociedad española, la Iglesia universal y el mundo de la educación experimentarían transformaciones notables y a un ritmo rápido. Antes de retirarse en 1973 a la Residencia del monasterio de Bujedo, donde falleció el 9 de diciembre de 1975, pasó unos años felices nuevamente en Burgos, a partir de 1966...


Tampoco encontrará ahora el curioso lector o el esforzado investigador, datos relevantes del contexto que rodea la vida colegial y comunitaria. El enfoque es otro. Más ceñido a la sencilla crónica y al discurrir de los diferentes eventos más cercanos que se suceden a lo largo del curso escolar. Eso es todo. Hay excepciones, por supuesto. Y las iremos señalando. El cronista de turno, alumno o Hermano, pasará por alto, a nivel internacional, por ejemplo, la construcción del Muro de Berlín (1961) o la prodigiosa aventura del primer cosmonauta (Yuri Gagarín,1961), como también la honda preocupación mundial que supuso la crisis de los misiles cubanos (1962), en la larga etapa de la Guerra Fría...También, claro, el asesinado del Presidente John F. Kennedy en Dallas (1963), y no digamos la fanática Revolución Cultural en la China de Mao (1965-1976) y...la prolongada Guerra de Vietnam (1965-1975)

En el marco nacional, uno quisiera encontrar algún eco de la Ley de Bases de la Seguridad Social o el comienzo de los Planes de Desarrollo (1963), la publicación de "Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes (1965), y, en ese mismo año, el éxito de los Beatles en su actuación en España, o la novedad que supuso la Ley de Prensa, del ministro Fraga Iribarne (1966). Sí repercute en la vida colegial la trascendencia político-social de la conmemoración de los "XXV Años de Paz" "(1964)...También, por cierto, se da fe en las revistas colegiales y en la Crónicas de la Comunidad de cuanto supuso para la Iglesia el Concilio Vaticano II (1962-1965), el fallecimiento del Papa Bueno, Juan XXIII (1958-1963) y el acceso al Pontificado de su sucesor, Pablo VI (1963-1978)

La trayectoria de la Congregación Lasaliana, lógicamente, está más presente, por ejemplo cuando en la primavera de 1966 tiene lugar en Roma el 39º Capítulo General, que iniciaría un tiempo de reformas y adaptación  (aggiornamento), patente en la nueva Regla y en la "Declaración del Hermano en el mundo de hoy".. El Instituto ha llegado en esos años a la mayor expansión histórica: 16.800 Hermanos, más de 2.500 españoles. El H. Charles Henry, norteamericano, dirigirá la nave del Instituto Lasaliano en años de cambios y múltiples crisis (1966-1976). El Vicario General es español, el H. Pablo Basterrechea, que sería su sucesor como Superior General. En el Distrito de Valladolid, el H. Salvador Alonso había sucedido en el cargo de Provincial al H. Antonio Nicasio (1954-1963).

Cuando llegue la hora de abandonar Santander, la Revista colegial dejará constancia de la excelente labor del H. Marcos:

"deja el cargo en muy alto prestigio...y con proyección de adaptación a los nuevos tiempos".

El H. Enrique Arroyo será su sucesor (1966-1972)

A comienzos del curso 1960-61 forman la Comunidad 26 Hermanos. Los profesores seglares son en ese momento 7 solamente. En una veintena larga de aulas impartían su enseñanza a casi el millar de alumnos en esta fecha. Era Subdirector el H. Manuel Noguerol y Prefecto el H. Germán Clissón.


Cuando deje la dirección  el H. Marcos, el número de los colegiales serán ya 1.050 y el personal docente lo formaban 28 Hermanos y 12 seglares

La Memoria Escolar de estos años recogía fotos de grupitos de 3, 4 y hasta 5 hermanos que cursaban sus estudios al mismo tiempo en el Colegio (Burgada Sanz y Cereceda Sánchez)


El internado seguía funcionando con normalidad. De los 108 muchachos, una larga setentena eran cántabros, pero había internos procedentes de Asturias, Madrid, País Vasco, Valladolid, Filipinas, Hispanoamérica...Se habían renovado los comedores del internado y la sala de juegos. En la primavera de 1961 se procedió a la instalación de Rayos X para la revisión periódica de los escolares, y en abril de 1963 se instaló en la Sala de Juegos un televisor "Iberia"...


La Comunidad de Hermanos había podido ver ya en la televisión la inauguración solemne de la primera sesión del Concilio Vaticano II (11 de octubre de 1962)

Un centro de enseñanza está en renovación constante, tanto en materiales (locales, recursos didácticos) como en el perfeccionamiento y actualización del profesorado (curriculum, metodología y didáctica). Es en el curso 1961-62  se lleva a cabo el enlace Camilo Alonso Vega con General Dávila, con lo que supuso para el Colegio la expropiación de terrenos y el acuerdo con el Ayuntamiento. También data de este año la nueva y elegante entrada al Colegio por la zona ajardinada, con la  numeración de la calle (Camilo Alonso, 33) Se lee asimismo en la Crónica de la Comunidad, curso 1964-65:

"las mejoras materiales llevadas a cabo son varias, y entre ellas la ampliación del patio colegial con un aumento de tres mil metros cuadrados".

El Colegio manifestó su contento con ocasión del 80 aniversario del "Buen Papa Juan", en una página cariñosa y bien documentada (Norte, nº 27). Para el mundo católico el Concilio Vaticano II sería el acontecimiento de mayor relieve de los últimos siglos.
 
En agosto de 1965  llegó a la Comunidad el H. Mariano Ureta, joven Hermano formado en Sagrada Teología y Catequesis en el Instituto San Pío X de Salamanca. Será uno de los Hermanos que promueva la espiritualidad litúrgica en la vida comunitaria y colegial, también directa consecuencia de la reforma de la Iglesia emanada del Concilio.

La Capilla es lugar de encuentro de la Comunidad Educativa, y también de las gentes de los barrios vecinos en las Eucaristías de los domingos y días festivos. 



En ella se celebrarán, asimismo, vigilias-bíblico-litúrgicas y por la unidad de los cristianos, muy propias de las orientaciones conciliares. En los archivos colegiales constan fotografías del nuevo órgano electrónico y alusiones al nuevo y eficaz equipo de altavoces, complementos necesarios para las celebraciones en la capilla.

El H. Higinio, experto montador de afamados Nacimientos, continúa año tras año ilusionando y sorprendiendo en Navidad a pequeños y grandes. 


Es Año Santo Jacobeo 1965. Hermanos y alumnos (unos 150) peregrinan a la Casa del Apóstol en Compostela.

Los alumnos finalistas se retiran a Pedreña, como se venía haciendo desde hacía años, para practicar unos días de Ejercicios Espirituales. En 1962 les acompañaron sus profesores Emiliano y Fernando. Las Congregaciones, implantadas como sabemos en los Colegios lasalianos de toda España, continúan  con sus actividades específicas. Con ocasión de la festividad de La Inmaculada, el Abad de Cóbreces les dedicó una inspirada y motivadora charla mariana. 

Los domingos, los congregantes visitaban a los niños hospitalizados en el Sanatorio Santa Clotilde o impartían la Catequesis dominical en el Barrio Pesquero, donde los Antiguos Alumnos habían abierto - al fin  - un Centro Escolar "La Salle"

Desde la fundación del Colegio La Salle, los obispos de la ciudad tenían con los Hermanos atenciones preferentes. Así fue, muy especialmente, con  D. José Eguino (1929-1961), y lo será con los que le sucedieron durante el Directorado del H. Marcos: el Obispos Auxiliar D. Doroteo Fernández (1956-1962), D. Eugenio Beitia (1962-1965), D. Vicente Puchol (1965-967).. Se hacía casi obligada su presencia con ocasión de la imposición de medallas a los Congregantes o en otras festividades y acontecimientos importantes de la vida colegial. En octubre, especialmente, se seguía sensibilizando al alumnado en el espíritu misionero de la Iglesia con la jornada del Domund y, en mayo, se celebraba con gozo las Primeras Comuniones de los niños, tras una esmerada preparación.

En un medio inspirado en valores cristianos, se hacía frecuente el llamamiento vocacional a la vida consagrada y al sacerdocio. De ello da cuenta minuciosa Norte (nº 27, diciembre de 1961). Un acontecimiento a nivel nacional y local fue la proyección de la película "El Señor de La Salle", dirigida por Luis César Amadori e interpretada por Mel Ferrer, Fernando Rey y otros conocidos actores del momento. 




Producida por los Hermanos españoles, fue proyectada por vez primera en el Vaticano a los Padres Conciliares. El estreno en Santander tuvo lugar en las fiestas de San Juan Bautista de La Salle (14 de mayo de 1965), con asistencia de autoridades civiles y religiosas en el cine Capitol. La Memoria Escolar del verano de 1965 presentaría el film con abundancia de fotografías.

El Colegio seguía acrecentando su renombre en la ciudad...Las familias depositaban su confianza en los educadores de sus hijos. De hecho eran muchos los padres que a la hora de escolarizar a sus vástagos lo hacían en el Colegio donde ellos se habían educado. Al término del curso escolar, continuaba la tradición de celebrar públicamente en el Teatro Pereda de la ciudad los premios y distinciones logrados por los colegiales: Extraordinario, Excelencia, Mérito, Especial, Religión-  Era todo un espectáculo y evento social.

Por supuesto, aún continuaban  celebrándose los tradicionales Concursos de Música (Santa Cecilia, noviembre) y  Declamación (Santo Tomás, marzo), establecidos en tiempos del H. León. Una novedad será en estos años el "teatro leído", establecida por el H. Teodoro para los alumnos mayores. Así, en 1962, escolares de 6º curso, interpretaron magistralmente el drama de Alfonso Sastre "Escuadra hacia la muerte". En otra ocasión le tocaba el turno a "Melocotón en almíbar", de Miguel Mihura... Desempolvando noticias uno se sorprende gratamente con la siguiente:

"Alumnos premiados en la Campaña de Ortografía. Los martes, aprovechando los primeros minutos, todas las clases de Bachillerato han realizado este curso una difícil prueba de ortografía española".....

El texto se acompañaba de un nutrido grupo de galardonados, destacando a los campeones de las dos secciones (José Luis Echevarría y César Sagaseta).

Prosiguieron las sesiones de Cineforum, que habían despertado tanto interés años atrás. La revista Norte (nº 27,  diciembre de 1962), publicaba una larga reseña de la película de Lee Thompson titulada "La bahía del tigre". En un número posterior (Norte, nº 29, diciembre de 1962) aparecía un jugoso  comentario del director del Cine-Club Juvenil Luis Calvo sobre la película alemana "El puente", realizada por Bernard Wicki. El artículo concluía así:

"Un gran film, con algunas reservas, propicio para una larga meditación..., un cine al servicio de los valores humanos" 

(Resultaría de interés, visitar el Blog de los Antiguos Alumnos, de fecha  21 de febrero de 2016, titulado "El cine en el Colegio La Salle".

Cada año una promoción dejaba el Colegio donde habían transcurridos años y años de sus vidas. Era también un buen momento para alistarse en la Asociación de los Antiguos Alumnos. "Tomad como consigna de vuestras inmediatas y lejanas conquistas el lema lasaliano "Indivisa manent", les arengaba con calor el entonces Presidente de la Asociación a los alumnos finalistas, en presencia del H, Marcos (Norte, nº 27, diciembre de1961). Hay en la documentación que hemos ojeado curiosas entrevistas que tienen "su aquel"como la planteada al preuniversitario Miguel Ángel Fernández Fuentes, que llevaba 12 años en el Colegio. Se le preguntaba:

 "¿Qué idea te has formado del Colegio tras los 12 años pasados en él? ¿Qué importancia das a la formación religiosa que se recibe en el Colegio? ¿Qué piensas de su nivel cultural y del ambiente intelectual? ¿Qué factores consideras buenos, además del trabajo, para asegurar el éxito y la formación de los alumnos?. Finalmente, si un alumno de tercero o cuarto curso te pidiera consejo, ¿cuál le darías?"

En el último número de la revista Norte (nº 30, enero-marzo de 1963) se presentaban los resultados de una encuesta dirigida a jóvenes estudiantes de la Universidad y Escuelas Técnicas (M. Mazarrasa, R. Jusué. etc...) que contestaban a preguntas, como las siguientes:

 "¿Cuál es lo que más os ha sorprendido del régimen universitario? ¿Hay algunos momentos que os recuerden algo de vuestra vida colegial? ¿Significó y tuvo importancia para vosotros el Bachillerato como preparación a los estudios universitarios? ¿Qué valores y cualidades son los más relevantes en el ámbito de la Universidad en relación a los del Colegio?, etc,

Junto a los comunicados de éxitos y logros de los ex-alumnos, uno encuentra reconocimientos como el que sigue:

"Carmelo Garma Trecha, Premio Extraordinario de Bachillerato Superior. Curso 1962-63" ...

La evaluación del aprendizaje de los alumnos ha pasado por muchas vicisitudes...Pero, ¿qué tal si ahora se reimplantaran, de algún modo, los exámenes orales que se hacían en el Colegio en los años cincuenta y sesenta? El editorial de Norte, nº 28 (enero-marzo de 1962) reflexionaba muy juiciosamente sobre el sentido y valor de las calificaciones escolares en el sistema de enseñanza-aprendizaje.


Hubo a lo largo del mes de marzo de 1966 un estimable Ciclo de Conferencias impartidas por expertos con la finalidad de orientar el futuro profesional del alumnado:

"La vocación universitaria. Los problemas de la Universidad. Las carrera de Letras" (D. Ángel Fernández). "El sentido de lo jurídico y su realización en las carreras de abogacía, notarías y carreras comerciales"(D. Gerardo Ureta). "La medicina, vocación social. Las carreras de medicina y sus especialidades" (D. Ignacio Aguilera). "El llamamiento universal al apostolado seglar a la luz del Vaticano", (D. Saturnino Bárcena). "Problemática actual de la juventud universitaria" (H. Saturnino Gallego). "Las carreras técnicas superiores y su actual reorganización"(D. Manuel Vierna).

Este tipo de conferencias de Orientación Universitaria tendría un largo recorrido en el Centro Escolar.

En el tercer trimestre tenían  lugar las excursiones, esperadas siempre con ilusión por los colegiales. Los destinos dependían de las edades de los viajeros y de sus variados intereses. En 1965 se visitaron La Bien Aparecida, La Virgen del Mar, Laredo, Bilbao, La Toja, Vigo, Santiago, Portugal. Y al año siguiente: Reinosa, Bilbao, Burgos, San Sebastián...

¿Y qué decir de la práctica deportiva en el Colegio durante el directorado del H. Marcos? En la Memoria Escolar de 1960-61, leemos:

"El 28 de mayo de 1961 se juega en los campos del Rácing el Trofeo Campeonatos Intra-escolares. El Colegio se proclamó campeón absoluto... No faltó el "desfile marcial de nuestras huestes".

 Seguían confirmándose año tras año los triunfos de los juveniles de baloncesto (1962) y el desarrollo del balonmano colegial, bajo la dirección del H. Alfonso Sanz y la eficiente labor del señor Rivera. Parecía obligado en las sucesivas Memorias Escolares dar cuenta detallada del balance deportivo de nuestros colegiales.

La prensa local se hizo eco de nuestra actuación en la Plaza de Toros, y nos dispensó los más delicados elogios por tan señalado triunfo. Se trataba del IX Festival Gimnástico, ofrecido a los padres, familiares de los alumnos y simpatizantes lasalianos.. Fue todo un éxito por su organización, disciplina, alto grado de entrenamiento...y por el gran número de asistentes, que llenaron casi por completo el coso taurino. El periódico Alerta dio cumplida información del evento (desfile inicial, competiciones de ambos bandos  - azules y amarillos, cuadro final e himnos, entrega de trofeos por parte de las autoridades presentes. Siguieron los Festivales en el Coso Taurino: el X, y luego el XI. Manteniéndose, en todo caso, la calidad y la aquiescencia jubilosa del público.


El curso 1964-65 fue un año especial en la crónica nacional (las celebraciones de los llamados XXV Años de Paz). A nivel colegial se conmemoraban las Bodas de Plata del Colegio (1940-1965). De ahí que se superara, si cabe, la calidad de años anteriores en el XII Festival Gimnástico, celebrado asimismo en la Plaza de Toros, con un lleno total (15 de mayo). Según la Crónica de la Casa

 "asistieron unas 15.000 personas. Ofrecía la Plaza un aspecto fantástico. El Sr. Gobernador dijo en  esta ocasión que la Plaza de Toros no la llenaban más que El Cordobés y los Hermanos de La Salle".

Y se  añadía:

 "El acto resultó impecable en todos sus números. El programa se componía de 15 actuaciones a cual más vistosa. Se soltaron unas 1.000 palomas mensajeras y centenares de globos con alegorías relativas al festival. Algunos llegaron hasta  Alemania, Suiza o Francia. Al finalizar el acto, las autoridades presentes entregaron los premios a los vencedores".

Se  mencionaba también a las autoridades que ocuparon la presidencia, la dirección técnica de tan brillante demostración y el nombre del locutor del acto.

Días antes, el 9 de mayo, también en la Plaza de Toros, se había celebrado otro Festival. Esta vez titulado "Gran Festival Folklórico", organizado por el Colegio y con la colaboración entusiasta de los Antiguos Alumnos y de la Obra Sindical de Educación y Descanso. 


Actuó un coro formado por 500 voces mixtas y orquesta de 50 profesores, dirigidos por D. Francisco Sáez de Adana. Actuaron también las agrupaciones musicales siguientes: "Airiños da Terra", del Centro Gallego de Santander, "Santa María", de Castro Urdiales, "Talleres de Astillero", Grupo de Danzas de Sniace (Torrelavega), Orfeón Cántabro de Santander... y las Escolanías La Salle del Colegio, la  de los Padres Escolapios y las también lasalianas de San Martín y Los Corrales de Buelna. Se clausuró el acto con el "Aleluya", de El Mesías (Handel) y el nuevo Himno del Colegio, compuesto expresamente para las Bodas de Plata por el H. Tomás Aragüés.

La Memoria Escolar editada con motivo de los 25 años del Colegio, añadía entre sus dedicatorias oficiales el texto  siguiente, del nuevo prelado santanderino: 

"...y a todos vosotros, los de ayer, los de hoy...que formáis la Asociación  de Antiguos Alumnos de LA SALLE, llevando con dignidad y alegría  el ejemplo de una vida íntegramente vivida en los ámbitos en que actuáis,  sin defraudar las ilusiones que el COLEGIO puso en vosotros"

Y dedicaba una de sus páginas al señor obispo, D. Vicente Puchol, quien a su vez felicitaba y bendecía a la Comunidad Escolar en sus Bodas de Plata.

 He aquí una fecha a recordar: “El 16 de julio de 1962, tras vencer todo tipo de dificultades, se inauguraba oficialmente el pabellón de la Escuela La Salle del Barrio Pesquero, tan vinculado desde antiguo a la acción catequística de los Hermanos y alumnos del Colegio La Salle”. La obra había salido adelante gracias al empeño de los Antiguos Alumnos, ardua labor impulsada con firmeza y tesón por el celoso sacerdote y AA. D. Miguel Manso. El señor obispo D. Eugenio Beitia, se hizo presente en la feliz inauguración. Cuatro maestros nacionales atenderán a unos 150 alumnos. Dos Hermanos se trasladaban dos veces a la semana para impartir la clase de Religión a los niños. Por otra parte, D. Guillermo Altuna, alma del Barrio, ofrecía a la revista Norte una hermosa dedicatoria, dirigida en especial al generoso grupo de catequistas del Colegio que cada domingo acudían a su parroquia..

En el marco de las Bodas de Plata del Colegio, la Asociación de AA AA rindió un merecido homenaje a D. Ramón Lavín, el más veterano de los asociados. Más de un centenar de ex-colegiales del Círculo se adhirió jubiloso al sencillo y merecido homenaje que se le tributó en los locales de la Escuela Graduada del Barrio Pesquero, su Escuela. Participaron en el acto también los miembros del Patronato y algunos de los Hermanos de la Comunidad. En la sobremesa del ágape, pronunciaron sentidas palabras el H. Luciano, primer Director del Colegio La Salle y el Presidente de la Asociación D. Manuel Martínez.


Sí, se reiteraba cada final de curso en una emotiva ceremonia, como la del 9 de junio de 1962, en que se imponía la insignia de La Salle a los alumnos finalistas, días después de haber demostrado su preparación académica en la reválida de Preu en Valladolid, centro entonces del Distrito Universitario. La admisión en el seno de la Asociación fue presidida por el H. Director, H. Marcos, el Presidente de AA. D. Manuel Martínez y el H. Manuel Noguerol, recientemente llegado de Roma, prestigioso profesor del Colegio.

Durante años, los jóvenes Antiguos Alumnos mantuvieron  en un alto nivel y consideración su equipo de Baloncesto, campeón regional, por ejemplo en 1962.


"Tempus fugit". El H. Marcos dejaba la dirección en  el verano de 1966. Otro Hermano más joven, Enrique Arroyo, tomaba el relevo. También por otro sexenio. La Memoria de 1965-66 le recibía con alborozo:

"Bienvenido H. Enrique. Nuestro nuevo Director cierra las páginas gráficas y vivas de la Memoria del Colegio. Reciba nuestra bienvenida entusiasta con la ofrenda de nuestras realizaciones en el curso que acabó hace meses"