sábado, 2 de noviembre de 2019

HISTORIA DEL COLEGIO LA SALLE DE SANTANDER 5

2 NOVIEMBRE 2019

Hermano Enrique Arroyo (1966 - 1972)


El H. Jesús Arroyo nació en la población burgalesa de Melgar de Fernamental en 1931. Ingresó en el Noviciado Menor de Bujedo en 1943. En la toma del hábito religioso (1947) recibió el nombre de Enrique Samuel, nombre con que fue conocido hasta finales de los años sesenta. Terminó sus estudios de Magisterio en Valladolid (1953) y se licenció en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela (1959).

Se estrenó como docente en el Colegio de Nuestra Señora de Lourdes de Valladolid  (1951-1958), a donde regresaría en dos ocasiones (1959-1965; 1973-1976). Burgos se enriqueció con su buen hacer en los años 1965-1966 y 1984-1997,  y Palencia en 1972-1973; 1976-1984). A Santander llegó en 1966 para hacerse cargo de la dirección del Colegio hasta cumplimentar el sexenio en 1972.


Falleció en Bujedo el 29 de julio de 2018. El Blog de los Antiguos Alumnos se hizo eco de su muerte oportunamente. Nos queda el recuerdo de una persona buena, integra, trabajadora, responsable y respetuosa, enamorada de su vocación docente, amante de la naturaleza y caminante infatigable por todos los caminos, paciente ante las inclemencias y limitaciones de la vida, hombre de paz. Fue un director prudente, un trabajador incansable, un competente profesor del área de humanidades. Ejerció durante muchos años la nada fácil tarea de prefecto...Su carácter serio y recio nunca estuvieron reñidos con la palabra amable, el reconocimiento de cada persona, la valoración del Hermano y del profesor,  y su saber ser gentil y agradecido en cada momento (Testimonios de quienes le conocieron y trataron).

A. EL CONTEXTO GENERAL

Los años que el H. Enrique Arroyo pasó en Santander como director del Colegio y de la Comunidad fueron años de cambios acelerados y en algunos aspectos prodigiosos. El estuvo al timón ajustándose a los tiempos en su persona y en su actuación, sin dejarse desbordar por los acontecimientos.

1. ESPAÑA Y EL MUNDO

Proseguía la política de bloques propia de la Guerra Fría...En 1967 se producía la Guerra de los Seis Días, un nuevo conflicto árabe-israelí. El año 1968 no pasó a la historia sin acontecimientos relevantes: La "Primavera de Praga", "El Mayo Francés", el asesinato de Martín Luther King. En el verano de 1969 los primeros seres humanos ponían el pie en la Luna.

España había pasado de los 30 millones de habitantes en 1960 a los 34 en 1973. La tasa de mortalidad era en 1940 de 16.5% y se había reducido a la mitad (8.5%) en 1970. El proceso de urbanización seguía un ritmo creciente. Un equipo de tecnócratas llevaría a cabo los Planes de Desarrollo, a partir de 1964, impulsando el crecimiento económico del país hasta la llegada de la crisis en 1973.

Hasta cuatro millones abandonaron sus pueblos de origen para dirigirse a las regiones más prósperas o a sus capitales de provincia. Por conductos legales o de manera irregular, casi dos millones de españoles dejaron su tierra para asentarse en países de la Europa occidental. El Régimen encontró dificultades a la hora de la integración en el Mercado Común. Cuando lo solicitó en 1962 se le denegó por razones políticas, firmándose, sin embargo, años después un Acuerdo Preferencial en 1970. Los cambios sociales se aceleraron en estos años, por ejemplo en aspectos de seguridad social (pensiones de jubilación y cobertura sanitaria). Comenzó asimismo una cierta apertura intelectual y cultural (ley de Prensa de 1966, publicaciones como la Revista Cuadernos para el Diálogo o Cambio 16, etc). Massiel ganaba el concurso de EUROVISION en 1968 con su "La la la"; y en ese mismo año España descolonizaba Guinea. En 1970 tuvo lugar el llamado Proceso de Burgos (ETA había cometido su primer asesinato en 1968). Se llegó a celebrar, con razón, "el milagro económico español", dado el crecimiento sostenido de su economía hasta la crisis de 1973. Si en 1960 disfrutaban en familia de la televisión (en blanco y negro) como un millón de españoles, en 1975 eran ya un 85 % los que poseían televisión en casa. ¿Y qué decir del modesto SEAT 600 al que pudieron acceder innumerables ciudadanos?. Eran los años del tardo-franquismo y de  las ansias contenidas del advenimiento de la democracia. Desde 1962 (Contubernio de Munich) se iba acrecentando la oposición al régimen establecido.


La Ley Orgánica del Estado, aprobada en referéndum en 1966 cerraba la institucionalización política de Régimen...En el verano de 1969, las Cortes Españolas reconocían a Don Juan Carlos como Sucesor en la Jefatura del Estado...Ante los nuevos tiempos, se quedaba atrás la Ley de Educación de 1953 (Ley del ministro Ruiz Giménez), y se daba paso a la Ley Villar Palasí (Ley General de Educación, que prolongaba la educación obligatoria hasta los 14 años y establecía los ocho cursos de la EGB (Enseñanza General Básica), los 3 cursos de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y COU (Curso de Orientación Universitaria).

2. LA IGLESIA CATOLICA Y EL INSTITUTO LASALIANO

El mandato del H. Enrique Arroyo coincide de pleno con el post-concilio...Ilusiones y decepciones, entusiasmos y desfallecimientos se fueron entremezclando en estos años. En 1968 Pablo VI dirigía los destinos de la Iglesia. Latinoamérica se regocijó con su visita pastoral. La publicación de la Humanae Vitae fue contestado por algunos sectores. La postura de la Iglesia ante los asuntos temporales y la defensa de los derechos humanos tendrán una profunda influencia en el devenir de la sociedad española desde mediados los años sesenta. Cambios más evidentes se evidenciaban en las organizaciones de apostolado obrero. El Cardenal Tarancón dirigía la Conferencia Episcopal Española en unos años ciertamente convulsos. No faltaron divergencias y situaciones conflictivas entre las autoridades civiles y eclesiásticas desde finales de los sesenta y hasta 1973.

El Instituto de los Hermanos se hacía más y más universal. Y alcanzaba su cuota más elevada en 1965 (16.800 miembros) En España se superaban los 2.500 Hermanos, con números parecidos en Estados Unidos y Francia. El Capítulo General de 1966-1967 puso en marcha unos años de  renovación y "aggiornamento", conforme a las decisiones y el espíritu del Concilio Vaticano II. Se aprobó una nueva Regla de los Hermanos y se publicó un documento de hondo significado y repercusión: "Declaración del Hermano en el Mundo Actual", sobre la identidad del Hermano (diciembre de 1967). Se señalaba con firmeza la opción preferencial de la Congregación por los pobres en su misión educativa. Signo también de los nuevos tiempos fue la elección como Superior General de un norteamericano, el H. Charles Henry. El H. Guillermo Félix dejaba el cargo de Asistente del Superior General para España, en manos del H. Fernando Izaguirre. Al mandato como Provincial del Distrito de Valladolid del H. Salvador Alonso (1963.1969), le sucedía el del H. Francisco Tudanca (1969-1975). En octubre de 1967 era canonizado en Roma el H. Benildo  Romançon por el Papa Pablo VI.


En 1966 nacía "Secoli" (Servicio de Cooperación Lasaliano Internacional), asentado en la misma Casa General de Roma. Al año siguiente tenía lugar un nuevo Congreso Mundial de Antiguos Alumnos (Quebec, agosto de 1967). En 1968 nacía en Roma el CIL, Centro Internacional Lasaliano, en sustitución de lo que venía llamándose institucionalmente Segundo Noviciado, para la, formación permanente de los Hermanos.

Por supuesto, las orientaciones del Capítulo General, las decisiones del Concilio y la nueva Ley General de Educación tendrán su resonancia en la vida colegial durante el directorado del H. Enrique Arroyo.

B. EL COLEGIO LA SALLE DE SANTANDER

Cuando llega el nuevo director a Santander se encuentra con una Comunidad formada por una larga veintena de Hermanos. Los profesores seglares son ya 14 e irán aumentado en número en los años siguientes. El internado acoge a unos 110 niños y adolescentes. El curso 1970 se inicia con la primera mujer que impartirá clase en el Centro: Mari Paz Uhalte. Los alumnos son aproximadamente unos 900, de Párvulos a Preuniversitario .

A comienzo de octubre de 1966, el primer día de curso, el nuevo Director, H.  Enrique Arroyo, se dirigió al alumnado en estos términos:

"Queridos alumnos. Sea lo primero un saludo cariñoso a todos, grandes y pequeños, internos y externos, antiguos y nuevos.. Os doy igualmente a todos, en nombre del profesorado, la bienvenida a nuestra casa, que es también la vuestra. La ofrecemos con las puertas abiertas, de par en par. A vosotros os toca entrar y salir por la puerta grande. Que el Colegio os sea lugar de paz, de estudio, de sana alegría. Comenzad a pedalear desde le primer momento".

El cronista asintió y escribió:

"Los alumnos escucharon con respeto e interés las palabras del H. Director, conscientes de que en La Salle recibirán la formación intelectual, cultural, religiosa y artística que les pondrá en condiciones para afrontar las exigencias del mundo de hoy"

El H. Higinio, enfermero y sacristán, era conocido en la ciudad por instalar en las Navidades unos "Nacimientos" sorprendentes. En 1967 había recibido ya, merecidamente, el Primer Premio Provincial de Belenes. El Diario Montañés le dedicó encendidos elogios en la entrevista efectuada en la Navidad de 1973. He aquí sus titulares:

"Un experto en Nacimientos, el H. Higinio Alonso. Es autor del artístico Nacimiento del Colegio La Salle. Articula las figuras y las da movimiento" 



En ocasiones,  la crónica escolar se revestía de crespones negros, en los funerales de los Hermanos Julián Seco o del H. Camilo, fallecidos en la Comunidad tras largos años en ella. O manifestaba su contento al ver cómo el H. Subdirector, Juliàn Tejedor, era nombrado Visitador Auxiliar en 1969.


El prelado D. Juan  Antonio del Val, visitó el Colegio en las Fiestas Colegiales, y la Memoria Escolar recogía oportunamente el evento (mayo de 1972). Años atrás, el H. Superior General Charles Henry, concedía el título de "afiliados al Instituto" a D. Basilio Calderón  y a Dª. Severina López, padres de los Hermanos Ángel, Santos y Basilio, y del profesor del Colegio, D. Pedro Calderón.


El curso 1971-72 fue un año especial: se iniciaba la progresiva implantación de la Enseñanza General Básica (EGB) y más tarde del BUP, de acuerdo con los postulados de la Ley General de Educación "Villar Palasí". Se podía leer en la Memoria Escolar:

"Nuevas técnicas, nuevos métodos, encaminados a formar al hombre, a cuidar de la persona y a proyectarla con más seguridad en la vida...Para que el niño se vaya formando poco a poco, que aprenda a vivir sus experiencias y que viva alegre y sereno esta etapa importante de su vida".

Y refería luego las excelencias de la llamada "Enseñanza Personalizada".

En 1972 concluía una nueva experiencia prevista por la Ley General de Educación: se graduaba la primera promoción de COU. (Curso de Orientación Universitaria). Pocos años después acudirían a las aulas colegiales las primeras alumnas, al principio, en este último curso, después, en el resto de los niveles.

Los sábados por la mañana había actividades escolares. Ya no era solo el jueves por la tarde el día de vacación escolar; ahora lo eran el miércoles y el sábado por la tarde. Los alumnos participaban - en sus respectivas clases - en audiciones musicales, charlas, visitas culturales, etc.  Había también clubs variados, organizados según las aficiones de los participantes: fotografía (H. Andrés G.), pintura (D. Andrés Calderón), teatro nuevo (D.J osé Luis Barreira), física y química (D. David y H. José Gallego), música (Los Icres), montaña (D. José Costana)

Se destacaban cada año las noticias de alumnos que rematan su curriculum escolar con la brillantez de las Matrículas de Honor en las Reválidas o los Premios Extraordinarios de Bachillerato conseguidos... El  curso 1971-72 fue el último que acogió alumnos internos. Quedarán en el olvido su llegada al Colegio al comienzo de curso o tras los períodos vacacionales de la Navidad y la Semana Santa; no habría ya más paseos acompañados por los alrededores del Colegio o de la ciudad, ni "nochebuenas del internado", ni...El Colegio había prestado durante decenios un notable y necesario servicio a cientos de muchachos. Ahora, en las nuevas circunstancias, se entendía que lo que procedía era su cierre. Había terminado una etapa.

Ante la novedad que supuso la reforma educativa de los años setenta, el curso 1969-70 se declaró "Año Internacional de la Educación". En el Colegio se celebró con entusiasmo "La Semana de la Educación", con conferencias sobre el Libro Blanco, la pedagogía lasaliana, la educación  en el mundo actual, etc. También los escolares se implicaron realizando murales sobre el tema. Como otros Colegios de La Salle de toda España, y por iniciativa del H. Agustín Sauras, nació en este mismo año el Laboratorio Psicotécnico para una mejor orientación y formación de padres y alumnos... Organizadas por la Asociación de Padres, en 1967, se celebraron charlas de Orientación Profesional. D.José A. Irastorza presentó las grandes líneas de la Orientación Profesional; D. Miguel Manso disertó sobre la vida sacerdotal y religiosa...


Especialistas en la materia presentaron  las carreras de Derecho (D. José Manuel Martínez de la Pedraja), Económicas (D. Joaquín Bárcena), Historia (D. Francisco I. de Cáceres), Arquitectura (D. Fernando Cuerno), Ciencias (D. Jesús Endériz)



Continuaban vigentes las actividades propias de las antiguas Congregaciones del Niño Jesús, Cruzados y de la Inmaculada, que en breve se verán sustituidas por los llamados "Grupos Cristianos". Por vez primera (1968-69) tendrán lugar en el Colegio las Jornadas Vocacionales; las charlas al efecto se complementaron con concursos literarios y otro tipo de trabajos escolares. Continuaban figurando en el calendario las conmemoraciones tradicionales del Domund y la Campaña de Navidad, las Convivencias o Ejercicios Espirituales, las Primeras Comuniones en el Colegio, hasta que la autoridad eclesiástica  prescribió su celebración en las respectivas parroquias de los muchachos.

Con algunas variantes, continuaban celebrándose los Concursos de Declamación y de Música (aunque cada vez más se ofrecía música instrumental, interpretada por grupos o individualmente). Se implantaban otros nuevos concursos y competiciones: "de pizarras", de redacción (Coca Cola, literarios, etc), de pintura al aire libre, de manualidades...El Colegio estallaba de alegría en las Fiestas Colegiales de mayo en honor de San Juan Bautista de La Salle. Al finalizar el curso, y ya en el Salón de Actos del Colegio, tenía lugar el solemne Reparto de Premios, con la entrega de los diplomas de Excelencias y Distinguidos de las numerosas clases. Ante el público que llenaba por completo el local brillaba con luz propia la Escolanía Colegial, dirigida por el H. Jenaro Palau, y el grupo Folklórico "Airiños da Terra", bajo la batuta D. Emilio Otero del Val.




Los alumnos de los últimos cursos realizaban con  fruición  sesiones de Teatro leído: "Melocotón en almíbar" (M. Mihura), "Llama un inspector "(M. Pristley), "Guillermo Tell tiene los ojos tristes" (A. Sastre), "La Dama del Alba (A. Casona), "Historia de una escalera"(A. Buero Vallejo)

Las Memorias Escolares se hacen eco de las mejoras en el equipamiento y los nuevos locales: 



Sala de Juegos, Comedores, Laboratorios, Gimnasio, Salón Teatro, Biblioteca (hasta aparece un ranking de lectores en el curso 1966-6: la clase de 3º A " acreditaba la lectura de 20 libros de media por alumno ... Los escolares de aquellos años recordarán las filas que de manera ordenada se formaban a la salida del Colegio en distintas direcciones y acompañados de sus profesores: Cuatro Caminos, Perines, General Dávila, Cisneros...Salidas siempre esperadas eran las Excursiones por la geografía regional y nacional: Fátima, Bilbao, Vitoria, San Sebastián,  Logroño, Valladolid, Palencia, Bujedo, Burgos, Logroño, Covadonga..., La Bien Aparecida, Laredo, Fuentes del Asón...Por vez primera se anotaba en las Crónicas del Colegio el establecimiento en 1972 del Día de la Madre.

Los alumnos mayores continuaban ejerciendo como catequistas, ahora en el mismo Colegio:

"Los domingos bullía de actividad el Colegio. Un enjambre de chiquillos (más de 400) y un nutrido número de jóvenes (cerca de 50) se daban cita cada domingo, atendiendo a niños y niñas del entorno colegial. Era la Catequesis, tan hondamente arraigada en el Colegio".

Al final de curso tenía lugar una gran celebración festiva para niños y catequistas.


Por supuesto, las actividades de educación física y los deportes seguían teniendo la relevancia propia en la formación integral del alumnado. En 1967 se estableció la Primera Semana Deportiva, que resultó particularmente animada, con reñidos campeonatos de fútbol, baloncesto, atletismo (cross, 1.000 metros). El baloncesto seguía siendo en estos años el deporte que más alegrías daba a sus componentes: Los equipos de Mini- Basket, Infantil y Juvenil La Salle conseguían los respectivos Trofeos de Campeones Regionales... 


No se dejaban de lado al conjunto de los escolares, pues seguían celebrándose campeonatos deportivos inter-clases. El H. Eduardo Luengo introdujo con éxito la práctica del tenis en la vida colegial en el curso 1968-69 (entre sus mejores seguidores se citaban a los hermanos Hormaechea y Tirilonte). Para completar el tema, no faltaba la ya clásica carrera ciclista, con ocasión de la fiesta onomástica de H. Director.

La Asociación de Padres, a través de su Junta de Gobierno Provisional llevaba desde meses atrás trabajando el Proyecto de Estatutos. El 17 de abril de 1972, en el Salón de Actos del Colegio, y en presencia del H, Director, leído el anteproyecto y tras algunas enmiendas, los 259 asistentes aprobaban por unanimidad los Estatutos y ratificaban en sus cargos más importantes a los miembros de la Junta de Gobierno Provisional: D. Ángel Ruiz-Cotorro, Presidente, D. Rafael Colvée, Vicepresidente, D. Armando Gutiérrez, Secretario, y D. Ramón Peña, Tesorero. La cuota que se estableció era de 100 pts./año.


En el curso 1966-67 había quedado constituida la nueva Junta Directiva de los Antiguos Alumnos  de la Asociación. El Presidente era D. José María Láinz y el Vicepresidente, D. Joaquín  Bárcena. Los alumnos finalistas protagonizaron dos actos de feliz recuerdo: la imposición de insignias y el ágape de despedida. Resonaron solemnes en esa jornada pensamientos henchidos de emoción.

"El Colegio se siente orgulloso de poder lanzar a la vida cada año un nutrido grupo de jóvenes, que seréis, sin duda, heraldos de la buena formación que habéis recibido. ¡Adelante!, sed siempre optimistas pese a las dificultades que en  ocasiones se os presentarán a lo largo de la vida".

Era una nueva y excelente promoción la que abandonaba las aulas colegiales en busca de un peldaño más en su preparación para su futura profesión: las Facultades Universitarias y Escuelas Técnicas.


Ese verano dejaba también el Colegio el H. Director. Le venía bien un año de descanso y formación permanente. Esta vez sus pasos se encaminarían a Roma: Centro Internacional Lasaliano (CIL). Una rica experiencia que compartiría con varias docenas de Hermanos provenientes de los cinco Continentes. Tenía 41 años. Y una madurez humana y religiosa lograda, cabal.